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miércoles, 4 de noviembre de 2015

Vídeo (Breve Explicación del blog)

Saludos, aquí les dejo un pequeño vídeo pueden verlo y dar sus comentarios a mis contenidos.

"La Cenicienta"

Había una vez una bella joven que, después de quedarse huérfana de padre y madre, tuvo que vivir con su madrastra y las dos hijas que tenía ésta.
Las tres mujeres eran tan malas y tan egoístas que se quedaban cada día mas feas. La bella joven era explotada por ellas. Era ella quien hacía todo el trabajo más duro de la casa. Además de cocinar, fregar, etc, ella también tenía que cortar leña y encender la chimenea.
La Cenicienta cuento
Así sus vestidos estaban siempre manchados de ceniza, por lo que todos la llamaban Cenicienta. Un día se oía por todas partes de la ciudad que el príncipe de aquel país había regresado.
El rey, muy contento, iba a dar una gran fiesta a la que iba a invitar a todas las jóvenes del reino, con la esperanza de que el príncipe encontrara en una de ellas, la esposa que deseaba.

En la casa de Cenicienta, sus hermanastras empezaban a prepararse para la gran fiesta. Y decían a Cenicienta:
- Tú, no irás. Te quedarás limpiando la casa y preparando la cena para cuando volvamos.
El día del baile había llegado. Cenicienta vio partir a sus hermanastras al Palacio Real y se puso a llorar porque se sentía muy triste y sola. Pero, de pronto, se le apareció un Hada que le dijo:
- Querida niña, sécate tus lágrimas porque tú también irás al baile.
Y le dijo Cenicienta:
- Pero, ¿cómo?, si no tengo vestido ni zapatos, ni carruaje para llevarme?
Y el hada, con su varita mágica, transformó una calabaza en carruaje, unos ratoncillos en preciosos caballos, y a Cenicienta en una maravillosa joven que mas se parecía a una princesa.
Y le avisó:
- Tú irás al baile, pero con una condición: cuando el reloj del Palacio dé las doce campanadas, tendrás que volver enseguida porque el hechizo se acabará.
Hermosa y feliz, Cenicienta llegó al Palacio. Y cuando entró al salón de baile, todos se pararon para mirarla. El príncipe se quedó enamorado de su belleza y bailó con ella toda la noche.
Pero, al cabo de algunas horas, el reloj del Palacio empezó a sonar y Cenicienta se despidió del príncipe, cruzó el salón, bajó la escalinata y entró en el carruaje en dirección a su casa.
Con las prisas, ella perdió uno de sus zapatos de cristal que el príncipe recogió sin entender nada.
Al día siguiente, el príncipe ordenó a los guardias que encontraran a la señorita que pudiera calzar el zapato. Los guardias recorrieron todo el reino.
Todas las doncellas se probaron el zapato pero a nadie le sirvió. Al fin llegaron a la casa de Cenicienta. Y cuando ésta se lo puso todos vieron que le estaba perfecto.
Y fue así cómo Cenicienta volvió a encontrarse con el príncipe, se casaron, y vivieron muy felices
.
FIN

martes, 3 de noviembre de 2015

"El patito Feo"



Como en cada verano , a la Señora Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral

estaban deseosas de ver a sus patitos, que siempre eran los mas guapos de todos. 

Llego el dia en que los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se

juntaron ante el nido para verles por primera vez.
Uno a uno fueron saliendo hasta seis preciosos patitos , cada uno acompañado por

los gritos de alegria de la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que

tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo , el mas grande de los siete , aun no se

habia abierto.
Todos concentraron su atencion en el huevo que permanecia intacto , tambien los patitos

recien nacidos, esperando ver algun signo de movimiento.
Al poco, el huevo comenzo a romperse y de el salio un sonriente patito , mas grande que sus

hermanos , pero ¡oh , sorpresa! , muchisimo mas feo y desgarbado que los otros seis...
La Señora Pata se moria de verguenza por haber tenido un patito tan feo y le aparto de ella con el

ala mientras prestaba atencion a los otros seis.
El patito se quedo tristisimo porque se empezo a dar cuenta de que alli no le querian...
Pasaron los dias y su aspecto no mejoraba , al contrario , empeoraba , pues crecia muy rapido y

era flaco y desgarbado, ademas de bastante torpe el pobre..
Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se reian constantemente de el llamandole feo y torpe.
El patito decidio que debia buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de verdad le

quisieran a pesar de su desastroso aspecto y una mañana muy temprano , antes de que se

levantase el granjero , huyo por un agujero del cercado.
Asi llego a otra granja , donde una anciana le recogio y el patito feo creyo que habia encontrado

un sitio donde por fin le querrian y cuidarian , pero se equivoco tambien , porque la vieja era mala y

solo queria que el pobre patito le sirviera de primer plato. Y tambien se fue de aqui corriendo.
Llego el invierno y el patito feo casi se muere de hambre pues tuvo que buscar comida entre el hielo

y la nieve y tuvo que huir de cazadores que querian dispararle.
Al fin llego la primavera y el patito paso por un estanque donde encontro las aves mas bellas que

jamas habia visto hasta entonces. Eran elegantes , graciles y se movian con tanta distincion que se

sintio totalmente acomplejado porque el era muy torpe. De todas formas, como no tenia nada que

perder se acerco a ellas y les pregunto si podia bañarse tambien.
Los cisnes, pues eran cisnes las aves que el patito vio en el estanque, le respondieron:
- ¡Claro que si , eres uno de los nuestros!
A lo que el patito respondio:
-¡No os burleis de mi!. Ya se que soy feo y flaco , pero no deberiais reir por eso...
- Mira tu reflejo en el estanque -le dijeron ellos- y veras como no te mentimos.
El patito se introdujo incredulo en el agua transparente y lo que vio le dejo maravillado.

¡Durante el largo invierno se habia transformado en un precioso cisne!. Aquel patito feo y desgarbado

era ahora el cisne mas blanco y elegante de todos cuantos habia en el estanque.
Asi fue como el patito feo se unio a los suyos y vivio feliz para siempre. 
FIN






lunes, 2 de noviembre de 2015

"Pinocho"



Erase una vez un carpintero llamado Gepetto que decidió construir un muñeco de madera, al que llamó Pinocho. Con él, consiguió no sentirse tan solo como se había sentido hasta aquel momento.

- ¡Qué bien me ha quedado!- exclamó una vez acabado de construir y de pintar-. ¡Cómo me gustaría que tuviese vida y fuese un niño de verdad!


Como había sido muy buen hombre a lo largo de la vida, y sus sentimientos eran sinceros. Un hada decidió concederle el deseo y durante la noche dio vida a Pinocho.


Al día siguiente, cuando Gepetto se dirigió a su taller, se llevó un buen susto al oír que alguien le saludaba:


- ¡Hola papá!- dijo Pinocho.


- ¿Quién habla?- preguntó Gepetto.


- Soy yo, Pinocho. ¿No me conoces? – le preguntó.


Gepetto se dirigió al muñeco.


- ¿Eres tu? ¡Parece que estoy soñando!, ¡por fin tengo un hijo!


Gepetto quería cuidar a su hijo como habría hecho con cualquiera que no fuese de madera. Pinocho tenía que ir al colegio, aprender y conocer a otros niños. Pero el carpintero no tenía dinero, y tuvo que vender su abrigo para poder comprar una cartera y los libros.


A partir de aquél día, Pinocho empezó a ir al colegio con la compañía de un grillo, que le daba buenos consejos. Pero, como la mayoría de los niños, Pinocho prefería ir a divertirse que ir al colegio a aprender, por lo que no siempre hacía caso del grillo. Un día, Pinocho se fue al teatro de títeres para escuchar una historia. Cuando le vio, el dueño del teatro quiso quedarse con él:


-¡Oh, Un títere que camina por si mismo, y habla! Con él en la compañía, voy a hacerme rico – dijo el titiritero, pensando que Pinocho le haría ganar mucho dinero.


A pesar de las recomendaciones del pequeño grillo, que le decía que era mejor irse de allí, Pinocho decidió quedarse en el teatro, pensando que así podría ganar dinero para comprar un abrigo nuevo a Gepetto, que había vendido el suyo para comprarle los libros.


Y así hizo, durante todo el día estuvo actuando para el titiritero. Pasados unos días, cuando quería volver a casa, el dueño del teatro de marionetas le dijo que no podía irse, que tenía que quedarse con él.


Pinocho se echó a llorar tan y tan desconsolado, que el dueño le dio unas monedas y le dejó marchar. De vuelta a casa, el grillo y Pinocho, se cruzaron con dos astutos ladrones que convencieron al niño de que si enterraba las monedas en un campo cercano, llamado el “campo de los milagros”, el dinero se multiplicaría y se haría rico.


Confiando en los dos hombres, y sin escuchar al grillo que le advertía del engaño, Pinocho enterró las monedas y se fue. Rápidamente, los dos ladrones se llevaron las monedas y Pinocho tuvo que volver a casa sin monedas.


Durante los días que Pinocho había estado fuera, Gepetto se había puesto muy triste y, preocupado, había salido a buscarle por todos los rincones. Así, cuando Pinocho y el grillo llegaron a casa, se encontraron solos. Por suerte, el hada que había convertido a Pinocho en niño, les explicó que el carpintero había salido dirección al mar para buscarles.


Pinocho y grillo decidieron ir a buscarle, pero se cruzaron con un grupo de niños:


- ¿Dónde vais?- preguntó Pinocho.


- Al País de los Juguetes – respondió un niño-. ¡Allí podremos jugar sin parar! ¿Quieres venir con nosotros?


- ¡Oh, no, no, no!- le advirtió el grillo-. Recuerda que tenemos que encontrar a Gepetto, que está triste y preocupado por ti.


- ¡Sólo un rato!- dijo Pinocho- Después seguimos buscándole.


Y Pinocho se fue con los niños, seguido del grillo que intentava seguir convenciéndole de continuar buscando al carpintero. Pinocho jugó y brincó todo lo que quiso. Enseguida se olvidó de Gepetto, sólo pensaba en divertirse y seguir jugando. Pero a medida que pasaba más y más horas en el País de los Juguetes, Pinocho se iba convirtiendo en un burro. Cuando se dió cuenta de ello se echó a llorar. Al oírle, el hada se compadeció de él y le devolvió su aspecto, pero le advirtió:


- A partir de ahora, cada vez que mientas te crecerá la nariz.


Pinocho y el grillo salieron rápidamente en busca de Gepetto.


Geppetto, que había salido en busca de su hijo Pinocho en un pequeño bote de vela, había sido tragado por una enorme ballena.


Entonces Pinocho y el grillito, desesperados, se hicieron a la mar para rescatar al pobre ancianito papa de Pinocho.


Cuando Pinocho estuvo frente a la ballena le pidió porfavor que le devolviese a su papá, pero la enorme ballena abrió muy grande la boca y se lo tragó también a él.


¡Por fin Geppetto y Pinocho estaban nuevamente juntos!, Ahora debían pensar cómo conseguir salir de la barriga de la ballena.


- ¡Ya sé, dijo Pepito hagamos una fogata! El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa salió volando con sus tres tripulantes.


Una vez a salvo Pinocho le contó todo lo sucedido a Gepetto y le pidió perdón. A Gepetto, a pesar de haber sufrido mucho los últimos días, sólo le importaba volver a tener a su hijo con él. Por lo que le propuso que olvidaran todo y volvieran a casa.


Pasado un tiempo, Pinocho demostró que había aprendido la lección y se portaba bien: iba al colegio, escuchaba los consejos del grillo y ayudaba a su padre en todo lo que podía.


Como recompensa por su comportamiento, el hada decidió convertir a Pinocho en un niño de carne y hueso. A partir de aquél día, Pinocho y Gepetto fueron muy felices como padre e hijo.
Fin

domingo, 1 de noviembre de 2015

Los tres cerditos


En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo siempre andaba persiguiéndoles para comérselos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa. El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar.
    El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él.
    El mayor trabajaba en su casa de ladrillo.
- Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras casas- riñó a sus hermanos mientras éstos se lo pasaban en grande.
    El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó.
    El lobo persiguió también al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero el lobo sopló y sopló y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí.
    Casi sin aliento, con el lobo pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor.
    Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo comilón descendió por el interior de la chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó.
    Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer cerdito.
 
FIN

sábado, 31 de octubre de 2015

Caperucita Roja


Erase una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la niña la llevaba tan a

menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
Un día , su madre le pidió que llevase unos pasteles a su abuelita que vivía al otro lado del bosque ,

recomendando-le que no se entretuviese en el camino , porque cruzar el bosque era muy peligroso , ya

que siempre estaba acechando por allí el lobo.
Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenia que atravesar el

bosque para llegar a casa de la Abuelita , pero no tenia miedo porque allí siempre se encontraba con

muchos amigos:

los pájaros, las ardillas...
De repente vio al lobo , que era enorme , delante de ella.
- ¿A donde vas , niña? - le pregunto el lobo con su voz ronca.
- A casa de mi Abuelita - dijo Caperucita.
- No esta lejos - pensó el lobo para si, dándose media vuelta.
Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido

-pensó- , no tengo nada que temer. La abuelita se pondrá muy contenta cuando la lleve un

hermoso ramo de flores ademas de los pasteles.
Mientras , el lobo se fue a casa de la Abuelita , llamo suavemente a la puerta y la abuelita le abrió

pensando que era su nieta Caperucita. Un cazador que pasaba por allí había observado la llegada del

lobo.
El lobo devoro a la Abuelita y se puso su gorro rosa se metió en la cama y cerro los ojos. No tuvo que

esperar mucho , ya queCaperucita Roja llego enseguida , toda muy contenta.
La niña se acerco a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.
- Abuelita , abuelita , ¡que ojos mas grandes tienes!
- Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.
- Abuelita , abuelita , ¡que orejas mas grandes tienes!
- Son para oirte mejor- siguió diciendo el lobo.
- Abuelita , abuelita , ¡que dientes mas grandes tienes!
- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzo sobre Caperucita y la

devoro al igual que había hecho con la abuelita.
Mientras tanto, el cazador se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del

lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la Abuelita. Pidió ayuda a un segador y

los dos juntos llegaron al lugar.
Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba.
El cazador saco su cuchillo y rajo el vientre del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!.
Para castigar al malvado lobo , el cazador le lleno el vientre de piedras y luego lo volvio a cerrar.

Cuando el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchisima sed y se dirigió a un estanque

próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayo en el estanque de cabeza y se

ahogo.
     
En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron mas que un gran susto, pero Caperucita Roja

había aprendido la lección. Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se

encontrara en su camino. De ahora en adelante , seguiría los consejos de su Abuelita y de su Mama.
FIN

viernes, 30 de octubre de 2015

Estructura de un cuento

El cuento, como historia o narración comprende una serie de acciones con uno o varios personajes dentro de un contexto histórico y físico, en ocasiones sin especificar. Siendo un concepto amplio, existen estudios que analizan diferentes cuentos, especialmente aquellos de carácter tradicional. De una forma genérica, establecen una estructura común en muchos de ellos que se puede dividir en tres partes: comienzo, nudo y desenlace. En el comienzo o planteamiento, se presentan los personajes y la situación en la que habitualmente se produce un desequilibrio o elemento de ruptura que desencadena la trama. En el nudo, se desarrolla la trama, siendo la parte central del relato. La última parte, supone el cierre del relato, en ocasiones restableciéndose el equilibrio inicial y concluyendo con una nueva situación. En algunos cuentos como las fábulas, la historia termina con una moraleja.